jueves, 30 de junio de 2011

Común

Se avecina tepestad. Se me va la vida tras el vendabal y la mala costumbre de mojar mi deseo de verte. Tarde de lluvia, de tierra mojada y calles silenciosas mirándome con llanto en las fachadas. Esta mañana de otoño me trae buenos recuerdos de mis noches en tu pecho, contando lunares con los dedos de pies y manos. Dime qué buscas en mis domingos, dime. Mil historias encarceladas en botellas ajadas de cerveza. Donde un tiempo habitaban los besos ahora hay mucho más. Llueve. Mi colchón se moja y el agua baña mi balcón y mi no-soledad: muchas veces más dañina que vivir a oscuras.

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