lunes, 27 de junio de 2011

Lea

El ladrido de Lea la despierta, todavía son las 10 de la mañana y la noche de ayer fue larga. Pone los dos pies en el suelo. Bostezando se acerca a la terraza para abrirla. Descorre las cortinas, sale en pijama, cierra los ojos y estira su cuerpo al sol. Brazos extendidos. Coge la goma negra que tiene en su muñeca derecha y recoge su melena en un moño rebelde jugando a desafiar la grabedad. Lea se acerca a ella, también sale a la terraza y estira las patas traseras mientras lame su oscuro hocico. Se deja acariciar por manos recién amanecidas, pero suaves. No cambiaría esas manos por nada del mundo. Las lame como diciendo "yo también estoy aquí". Ya estamos todos despiertos. Vamos a desayunar, Lea.

1 comentario:

Sol dijo...

que lindo blog :) lei tus ultimas entradas, son muy lindas, si lo escribis vos tenes mucho talento la verdad me gustaron mucho. gracias por seguirme y pasarte por mi blog, yo también te sigo, suerte!