domingo, 26 de febrero de 2012

Dejo que mis párpados se tiñan de invierno

Miles de folios con frases tachadas alquilan el colchón de mi cama y escoltan mi sueño en madrugadas de desvelo como esta. Al otro extremo de la ciudad tú esperas a que el móvil vibre con algún mensaje mío. Me  asomo a la ventana y dejo que mis párpados se tiñan de invierno, que la oscuridad aporte algo de luz a estos cansados ojos. Es entonces cuando voy a por el móvil y te escribo: 'mis sábanas te echan de menos, la madrugada es menos madrugada sin tu barba amaestrando mi cuello y todo el mundo sabe que en un colchón quedan mejor dos cuerpos que uno'. Llamaste al timbre 25 minutos después. Buenos días.

jueves, 23 de febrero de 2012

Historias que se anudaron a mi espalda

Me enseñaste que las mañanas pueden ser eternas y que las madrugadas te sonríen si tú les sonríes a ellas. Esta mañana he salido con mi cámara a dar un paseo y he recordado tu pelo oscuro sobre mi almohada, tu barba sobre mi espalda y el suave y dulce sonido de tus besos en mis muslos. He vuelto para quedarme y te busco entre objetivos arañados y cámaras desgastadas por el olvido de un tiempo plagado de luz. Los desayunos saben a reencuentros invernales en las escaleras del edificio más viejo del mundo. ¿Qué has hecho todo este tiempo? ¿Volviste a mirar la vida desde la cámara que te regalé? No dejes que te roben el alma. No permitas que las mentiras besen tus labios. Esta noche te contaré historias que se anudaron a mi espalda durante estos últimos años. Prepara cena, he vuelto para quedarme.