viernes, 20 de enero de 2012

Vestirme de sonrisas

No miento cuando te confieso con miradas que todavía no me he rendido. Sigue ahí el sol de cada mañana para iluminar tus ganas de ser fuerte. Toda esa ropa tendida, con su humedad, vigila expectante tus pasos. Todos sabemos que puedes. Tú puedes. Es por la tarde y la manta descansa sobre el sofá rojo. Las ventanas empiezan a oscurecerse, el sol se despide hasta mañana. Las montañas se enredan entre niebla y suspiros delante de nuestro balcón. Salgo a fotografiar mientras rodeas con tus brazos mi cintura. Siempre me gustó esta sensación de libertad a tu lado, de dejadez positiva. Respirar hondo. Sentir el viento atravesar las cortinas e inundar nuestro salón de furia. Sabemos que estamos juntos y eso es lo que este enero cuenta. Gáname batallas. Sacude el polvo de tus guantes y sal ahí fuera a competir con la naturaleza, sabia como nadie. Date la vuelta, voy a desnudarme para vestirme de sonrisas.

martes, 17 de enero de 2012

Volvemos a bañarnos de rock

Te da por vender suspiros al invierno después de perdernos por el rock que acaricia desde los altavoces. Es algo que haces cada día, y yo encantada. Este sol es mejor que cualquier joya. Los placeres que da la naturaleza no se comparan con cualquier otra sensación. Ayúdame a pasear mi alma por estas montañas. No seas honesto.  Te besaré en cada árbol, advierto que hay muchísimos. Hay que desnudar la mirada para poder ver más allá. Y tu barba es especialista en hacerme perder el sentido. Estos caminos tan conocidos por nuestros pies saben cuánto te echo de menos cuando tengo que recorrerlos a solas con Lea. Es cuando ladra buscando tu olor... Pero, igual que yo, sabe que volverás para ver las fotografías de todo lo que te has perdido. Entonces sonrío. Volvemos a bañarnos de rock y saciamos las ganas de mordiscos. Hoy tumbados cerca del río, abrigándonos hasta los sentidos porque hace un frío cojonudo. Nos respiraremos. Mejor que el oxígeno es tu cuello.

miércoles, 11 de enero de 2012

El valle

Se ve de lejos la montaña
intentando aliarse con la luna.
Los perros han dejado de ladrar,
la noche cae sobre el valle.
Un manto de silencio cubre
las débiles aguas del río.
Sentada con las piernas cruzadas
admiro la ternura con la que el viento
carcajea en mi pelo.
Con la vista puesta en el cielo
enmudezco de impresión y belleza.
Cuántas estrellas desnudas,
cuántas cabezas tintineando...

lunes, 9 de enero de 2012

Luna llena

Blanca luna de enero.
Suave brillo invernal
que baña la noche fría.
Tu mirada se completa
si esta luna acuna tus pupilas.
Bajo su atenta mirada
cuento las estrellas que
peregrinan por la madrugada.
Camino por el monte
al compás de tu cintura.
Me dejo enamorar.

sábado, 7 de enero de 2012

Vestido de primavera

La mañana se viste de frío y el frío de leña.
Un gato se acerca por detrás del árbol,
curioso, con la mirada atenta.
Yo sigo sentada en las escaleras de mi puerta,
con la cámara colgada al cuello esperando
el mejor momento del amanecer.
El sol, sigiloso, empieza a guiñarme un ojo
por detrás de la montaña. Le mantengo la
mirada. Verde mirada que calienta este
enero juguetón vestido de primavera.

viernes, 6 de enero de 2012

En invierno

En invierno el aliento es más cálido. Él lo sabía y por eso anidaba cada noche en mi pecho. ¿Cómo distinguir un invierno de una primavera? Los besos lo dicen todo. Los cristales de la ventana se dejan acariciar, pero tus manos son rígidas y distantes. Hoy la montaña cambia su historia -nuestra historia-. Quizá por la tarde nos dé por cocinar y mancharnos de harina el ombligo. Quizá no tengamos ganas de seguir fingiendo y anude tus labios a los míos. Quizá esté volviéndome loca, pero enero así me trata. No creo en terceras oportunidades, ni siquiera sé cómo llegué a creer en segundas. Puede que la música que ahora suena de la radio caiga como copos de nieve sobre mis oídos y haga que te recuerde desde la bañera. Solo tú sabes hacerme volar desde el sofá. Miles de segundos perdidos en la cama. Miles de suspiros malgastados mientras espero a que tu espalda vuele en mi dirección.

miércoles, 4 de enero de 2012

Noche invernal

El viento fuerte sabe
llamar a mi ventana igual que
tú sabes acariciar con el alma.
La montaña y su clima
salvaje e impredecible...
Lluvia intensa acaricia mis párpados
y recorre mis hombros mientras observas
el espectáculo desde la puerta de casa.

lunes, 2 de enero de 2012

La próxima primavera

Hay un horizonte oscuro que
acorta nuestro tacto cuando
la montaña y el cielo se besan.
El dulce aroma a jazmín de la noche
andaluza se cuela
por la ventana de tus hombros y
sacude tu barba.
Sé montaña para mí, yo seré
cielo y haremos nuestro propio horizonte.
Hoy. Mañana. La próxima primavera.