sábado, 24 de septiembre de 2011

Vuelve a guiñarle el ojo a mis caderas

Regalaría mis caricias a tu pecho en cualquier noche de otoño infantil y recién estrenado. Susurraría besos a tu espalda. Lejos no me haces ningún bien. Pensarte entre las sábanas me aburre y no hay remedio ante este sinvivir que quiebra mi sueño y desvela la nostalgia que peregrina por mi octubre. Te quiero cerca para poder decirle a tus abrazos que son la mejor de las curas y recordar cada mañana que no hay mejor almohada que tu pecho. Tu pelo oscuro me enloquece. La música de nuestras mañanas de cocina sigue sonando entre los coches veloces que atraviesan este pequeño rincón que dejaste vacío. Mis paredes verdes gritan tu nombre. Ven. Ven. Vuelve a guiñarle el ojo a mis caderas. Vuelve a pasear tu barba por mis hombros frente al espejo del baño y deja que la luna me tenga celos de nuevo. La ventana continúa abierta. Te llamo luego.

17 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Como para no ir...

Besos.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Hermoso, cada vez me gusta más como expresas sentimientos.
No podría , no querría estar lejos.
"yo, lo dejo "todo".
tu alma de poeta canta al mundo tus pasiones.
Un beso

Nacho López Murria dijo...

Quién no quiere caricias por el pecho... Que lo diga si se atreve :P

Mandarina dijo...

No se como lo haces...la verdad es que tus textos son una pasada :) Me encanta el título y poder decir que la luna te tiene envidia...

alvarodrv dijo...

Te digo, ¿qué te digo? Pues que me he imaginado siendo el protagonista de este relato, y ha sido un rato de lo más agradable. un saludo!

Laura dijo...

Que lindo! me contagio de algo, aun no se muy bien del qué.
pensaré.
besos

i*- La que canta con Lobos dijo...

Yo últimamente ando desvelada. Llamaos. Me encantas las ventanas abiertas :)

Rosa dijo...

Seguro que va, no podrá resistirse...

Besos desde el aire

Na Abarca dijo...

ENE o esta excelentee (:

elinmigrantedelosversos dijo...

Qué bueno después de unos días desaparecido encontrar nuevos relatos tuyos, están llenos de vida, y desprenden una libertad y un amor difícil de describir. En serio, me encanta leerte.

Besos:)

Carla dijo...

Regalar caricias a tu pecho ... bufff qué preciosas palabras, es que hacen latir, son preciosas.

Besos.

Pitt Tristán dijo...

Como siempre, sensual y elegante.

Julie Sopetrán dijo...

Me encantó... Un placer conocerte a través del blog de Julio, nuestro común amigo.

RChS dijo...

Preciosas palabras, que me dan mas ganas de seguir pasandome por aqui para leerte ;)

Saludos y sonrisas de papel

Diana Profilio dijo...

Aquí vengo a conocerte de la mano de Julio.
Primero me atrapó el título de tu relato y luego su contenido... Volveré por más, sin dudas.
Un beso grande!!!

JValentina dijo...

¡¡Un relato que te atrapa..
Ven a guiñarle el ojo a mis caderas..!!!!..una expresión..una frase que me encanta
saludos

David Cotos dijo...

buena idea: "guiñarle el ojo a tus caderas". eso suena bien.