sábado, 21 de mayo de 2011

Quieres identificarnos, tienes un problema

Ya no importa tanto que descubra cada mañana tu cuerpo a mi derecha. Tampoco importa el sol en tu espalda ni que haya conseguido rimar montaña con tus ojos. No importan las historias de despedidas que contábamos entre risas pensando que jamás seríamos protagonistas de una, y mira... Ya dan igual los atardeceres rojos y los recodos del camino. El canto de libertad que escuchábamos entre olas no me interesa, ni siquiera los faros que exploramos. No importa la risa escondida en nuestro tercer cajón, ya ni si quiera importa el cajón. Subíamos a una velocidad alarmante, ya nos lo advertimos. Tarde o temprano teníamos que ver el suelo. Demasiado cerca, demasiado... Pero sonríe, muchacho. Sonríe porque quedan muchos domingos de birritas bajo el sol. Queda montaña. Quedan primaveras y cerezos, y lunas llenas en Madrid. Quedan teclas y tus dedos, bonita mezcla. ¡Vamos! Nos esperan conciertos a la luz de la madrugada y madrugadas a la luz del olvido (y del recuerdo). Tenemos que seguir aguantando. Las carreteras nos quieren ver juntos, no querrás defraudar al asfalto. ¿Verdad?

1 comentario:

Elendilae dijo...

Me ha animado el final :) estaba leyendo con melancolía el principio, pero al final le has dado un impulso que me ha arrancado una sonrisa.

Muchas gracias por tu "subscripción", que sepas que eres la seguidora nº 100 ^^ y me encanta!

Te sigo! que he leído cositas muy interesantes por aquí :)