La mañana se viste de frío y el frío de leña.
Un gato se acerca por detrás del árbol,
curioso, con la mirada atenta.
Yo sigo sentada en las escaleras de mi puerta,
con la cámara colgada al cuello esperando
el mejor momento del amanecer.
El sol, sigiloso, empieza a guiñarme un ojo
por detrás de la montaña. Le mantengo la
mirada. Verde mirada que calienta este
enero juguetón vestido de primavera.
9 comentarios:
I like it (:
:) tú vives en una casa rural por ahí, no?
Magnífico
De primavera tus mañanas, mientras la montaña contempla el paisaje.
Saludo enorme, Nerea. Buen día.
Qué bueno tener un momento y encontrarme de nuevo con tus palabras, poder leerlas tranquilamente, y aunque resulte quizás extraño encontrar en ellas una complicidad que se acomoda a este Enero que comenzó travieso y lleno de incertidumbres.
Besos
No sé cómo lo haces pero siempre encuentras las palabras que mejor encajan.
Besos
Y ser la primera en saludar al sol que se asoma tras las montañas... Seguro que sale una foto preciosa :)
Un besito
En tus palabras puede olerse el ambiente de la tierra húmeda de la mañana, palpar el calor humeante de una chimenea cercana, la brisa que busca el sol que va naciendo para tomar su calor.
Me encanta leerte porque me evade de este lugar que se llama Ciudad.
Un beso muy fuerte!!
Me dan ganas de largarme al campo cada vez que te leo... =P
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