Los besos detrás de la oreja son peligrosos. Son más nocivos si los escoltan dos botellas de vino y una cena en la casa rural del pueblo. Por eso te los doy en la mejilla, o en los gemelos, o incluso te beso la melancolía. No corro el riesgo de que me muerdas el cuello. Ni de que acabes con mi inocencia. Pero aquella noche ahí estaban las dos botellas de vino. Sobre la mesa. Descorchadas. Sangrando en nuestras copas. Nos las bebimos. Y te mojaste en mis labios.
12 comentarios:
Muy cierto lo que escribes.Cuando leo tus cosas me asombro de lo bien que lo haces y pienso que cada uno tenemos una manera de expresarnos, tu a través de la escritura y yo mediante el color y las formas.Que tengas un feliz día.
Toñi
vaya, que bonito
¡¡Ya te digo que si son peligrosos!!
un besazo
Perfecto, como siempre :)
Saludos!
Después de estar un par de días perdido en otros universos, es hermoso volver y leer tus amaneceres imperfectos, tus inviernos y la bella historia que puede esconderse detrás de dos botellas de vino.
Breves, pero siempre me contagio de las sensaciones, sentimientos, que transmites con tus palabras, continua así, disfrutando y haciendo disfrutar:)
No puedo hacer otra cosa que aplaudir emocionada... :D *plas, plas, plas, plas*
"Sangrando en nuestras copas, y te mojaste en mis labios".
¿Cómo lo haces?
Muy buena :)
Muá
Pues a mí lo que me pierden son los besos en la clavícula (en la derecha guardo mi magia, y en la izquierda las ganas de amar)
Hola, Ene, llegué aquí a través de un amigo en común.
El vino puede llegar a que cambiemos la forma de pensar las cosas, hay que ser cautos con él.
Un texto muy sensual.
Me gustó este espacio, voy a quedarme como seguidor, si tienes ganas, puedes darte una vuelta por el mío.
Un cariño.
www.humbertodib.blogspot.com
Ays! (Qué más se puede decir?)
"o incluso te beso la melancolía".. Qué tierno...
me encanta pasarme por aquí, siempre salgo con un buen sabor de boca, como el del vino, que tanto me gusta!
Me llevo hasta el aroma de ese par de botellas...
¡Qué rico! beberse y mojarse en los labios, qué sensuales me resultan siempre tus letras, es un placer leerte.
Besos.
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